El crecimiento es un serio signo de salud infantil.

Introducción
El crecimiento de los niños puede parecer sencillo, ya que es una parte natural de su desarrollo. Sin embargo, si sospecha que su hijo crece demasiado despacio o demasiado deprisa para su edad, y aún no ha recibido un diagnóstico, esta página es un excelente punto de partida para ayudarle a comprender la realidad del crecimiento infantil.

Es fundamental leer detenidamente la información proporcionada, ya que las alteraciones en el crecimiento de un niño pueden ser señales tempranas de alerta de diversos problemas de salud en su desarrollo. Estos problemas pueden ir desde simples problemas nutricionales o de tiroides hasta problemas más graves, como tumores, que pueden manifestarse por primera vez en el crecimiento de un niño. Las marcas en la pared que indican el crecimiento de tu hijo son más importantes de lo que crees.

Para obtener una lista de asociaciones médicas y organizaciones de padres por país, haga clic aquí. Si se mantiene informado y proactivo, puede garantizar el crecimiento continuo y el bienestar general de su hijo.

Video: How to Measure Your Child at Home

¿Qué es el crecimiento normal?

El crecimiento de los niños, o el ritmo al que crecen cada año, es un indicador fundamental de su salud general. El crecimiento normal de los niños de entre 2,5 años y la pubertad es de al menos 6,35 cm al año. Si su hijo no crece a este ritmo mínimo o lo hace significativamente más rápido que sus compañeros, es esencial investigar las posibles causas de estas anomalías del crecimiento.

El primer paso es concertar una cita con el profesional sanitario de su hijo, que podrá medirlo con precisión y evaluar su posición en una tabla de crecimiento en relación con sus compañeros.

Establecer un patrón de crecimiento para su hijo requiere un número suficiente de mediciones registradas a lo largo del tiempo. La mayoría de los especialistas requieren al menos 12 meses de mediciones precisas para determinar un patrón. Para los endocrinólogos pediátricos (especialistas en crecimiento) es importante evaluar un crecimiento constante, ya sea por delante o por detrás de otros niños de su edad.

Los percentiles son un método habitual para determinar la talla y el patrón de crecimiento de un niño en relación con sus compañeros. Es más importante controlar el crecimiento de su hijo a lo largo del tiempo que centrarse en su percentil específico. Cualquier cambio significativo en el percentil de su hijo, ya sea al alza o a la baja, debe comentarse con su pediatra.

Numerosos factores influyen en el crecimiento de los niños, como su potencial genético, las afecciones médicas subyacentes y la nutrición. Si le preocupa la altura o el peso de su hijo, consulte a su pediatra y siga controlando su crecimiento anualmente (o con más frecuencia si observa desviaciones de un patrón normal).

Las afecciones subyacentes pueden causar anomalías de crecimiento en los niños, y las alteraciones del crecimiento pueden servir como señales de alerta temprana de posibles problemas de salud. Estas afecciones pueden abarcar desde factores hereditarios, genéticos o congénitos hasta enfermedades, medicamentos, nutrición, hormonas y entorno psicosocial. Las mediciones periódicas de la talla y el peso deben incorporarse tanto a las visitas por enfermedad como a las revisiones del niño sano.

Las tasas normales de crecimiento de la talla varían según la edad, y el crecimiento debe vigilarse de cerca para identificar posibles problemas. Si el crecimiento de su hijo se desvía del ritmo esperado, consulte con un profesional sanitario para explorar posibles causas y tratamientos.

Para controlar el crecimiento de su hijo, lleve un registro de las mediciones realizadas cada 3-6 meses en el caso de los lactantes y anualmente en el caso de los niños mayores de 2 años. Para medir la estatura de su hijo con precisión, póngalo de pie, descalzo, contra la pared y anote las medidas en una tabla de crecimiento. Si el crecimiento de su hijo está significativamente fuera del rango típico o se desvía del patrón establecido, consulte con su pediatra para determinar el curso de acción apropiado.

¿Por qué crecen mal los niños?

Condiciones subyacentes de las anomalías del crecimiento infantil

A menudo se dice que mantener un patrón de crecimiento normal es un buen indicador de la buena salud general de un niño. El hecho de no crecer al menos 6,35 cm cada año puede ser una señal de advertencia precoz de la naturaleza de que algo subyacente (que no se ve) es anormal y necesita una evaluación médica. En el crecimiento influyen muchos factores, como la herencia, genética o congénita, las enfermedades y los medicamentos, la nutrición, las hormonas y el entorno psicosocial. Las mediciones del crecimiento -talla y peso- son un servicio muy económico que deberían ofrecer todos los profesionales sanitarios que atienden a niños. Además, también es importante que se realicen correctamente y se incluyan como parte de las visitas por enfermedad, así como en las revisiones del "niño sano".

Las tasas de crecimiento normal de la estatura varían en función de la edad. Durante el primer año de vida, los niños deben crecer entre 17,78 y 25,4 cm. Durante el segundo año, el crecimiento se ralentiza a una media de 5 pulgadas por año. Durante el tercer año, el crecimiento medio anual es de 7,62 cm. Desde los 4 años hasta la pubertad, el crecimiento debe ser de al menos 5,08 cm/año. Los cambios puberales provocan un estirón de 6,35 cm a 11,43 cm al año en las niñas, que suele comenzar a los 10 años. Sin embargo, los niños experimentan tanto la pubertad como el estirón más tarde, normalmente a partir de los 12 años y con una media de 5 cm/año. Una vez que se completan los cambios puberales y se fusionan los extremos óseos, ya no es posible el crecimiento.

1. La herencia: Los niños son un reflejo de los patrones de crecimiento y la estatura de sus padres.

Los padres que tuvieron un crecimiento tardío y experimentaron un crecimiento lento y un desarrollo puberal tardío pueden ver el mismo patrón en sus hijos. La estatura final que alcanzan estos niños suele ser normal. Los padres de baja estatura suelen tener hijos cuya estatura potencial adulta se sitúa en el rango de las estaturas bajas. Por el contrario, los padres altos suelen tener hijos altos. Por regla general, la estatura adulta potencial de un niño oscila entre la media de las estaturas de los padres y la del progenitor del mismo sexo que el niño.

2. Congénitas (las presentes al nacer)

Entre las causas del retraso del crecimiento se incluyen el retraso del crecimiento intrauterino, las anomalías esqueléticas y las alteraciones cromosómicas. El retraso del crecimiento intrauterino puede deberse a infecciones maternas, tabaquismo o consumo de alcohol o drogas durante el embarazo. Las causas esqueléticas, como el enanismo de extremidades cortas, son el resultado de una producción anormal de hueso y cartílago nuevos. Estos niños suelen tener proporciones inusuales de tronco y extremidades. Las variaciones cromosómicas que causan baja estatura pueden incluir el síndrome de Turner en las niñas y el síndrome de Downs.

3. Enfermedades y medicación

Las afecciones consideradas crónicas pueden reducir el crecimiento porque interfieren en la capacidad del organismo para utilizar los nutrientes adecuadamente. Las enfermedades que afectan a los riñones, el tubo digestivo, el corazón o los pulmones son ejemplos de afecciones que pueden influir en el crecimiento. Algunos medicamentos que se utilizan en grandes dosis o durante largos periodos de tiempo pueden afectar al crecimiento. Si le preocupan los efectos de los medicamentos que toma habitualmente, debe comentarlo con el médico que se los recetó.

4. Los problemas nutricionales pueden influir en el crecimiento de dos maneras.

Más comúnmente el problema es una dieta pobre con nutrientes inadecuados, no suficientes calorías, o los grupos de alimentos equivocados. En segundo lugar, las enfermedades que interfieren en la absorción de los alimentos por el intestino impedirán que el organismo utilice esos nutrientes para el crecimiento. En estos casos, los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, exceso de gases, diarrea o estreñimiento, escaso aumento de peso o peso inferior al normal para la estatura. Tras el diagnóstico, estos problemas suelen mejorar con una dieta especial y/o medicamentos. Con la corrección adecuada de estos trastornos, el crecimiento también mejorará.

5. Psicosocial

Las situaciones en las que la vida familiar de un niño se ve alterada o es infeliz, o en las que hay falta de amor, de coherencia o de apoyo emocional, experimentan un estrés grave. Este estrés puede precipitar un retraso del crecimiento. El retraso del crecimiento infantil por esta causa se reanuda cuando desaparecen los problemas y el estrés.

6. Las hormonas son producidas por las glándulas del cuerpo.

Una vez liberadas de las glándulas a la sangre, las hormonas ejercen sus efectos en muchos lugares diferentes. A continuación se analizan los más comunes que afectan al crecimiento.

También hay otros signos que indican un exceso de cortisol, como pérdida y debilidad muscular, aumento de peso, facilidad para la aparición de hematomas y adelgazamiento de la piel.

El tratamiento depende de la causa del problema.

Los niños que superan el percentil 95 de estatura o que crecen inusualmente rápido para su edad pueden necesitar ser evaluados por su médico. Lo más habitual es que los niños altos procedan de familias altas, crezcan al ritmo normal para su edad y no muestren signos de mala salud. Para aquellos niños en los que éste no sea el caso, un examen físico y la historia clínica pueden revelar la causa. Entre las causas de crecimiento rápido que pueden ser anormales se incluyen la producción excesiva de la hormona del crecimiento, cierta producción congénita de la hormona del crecimiento, algunas afecciones genéticas congénitas o la pubertad precoz. Las señales de estos problemas pueden incluir proporciones corporales inusuales, crecimiento de las mamas, agrandamiento de los genitales y crecimiento del vello axilar y púbico.

¿Qué puede hacer usted?

Todos los niños deben llevar un registro del crecimiento con mediciones cada 3-6 meses en el caso de los lactantes y anualmente en el caso de los niños mayores de 2 años. Esto suele hacerse en la consulta del pediatra, pero usted puede llevar sus propios registros en casa.

La mejor forma de medir la estatura es poner al niño de pie, descalzo, contra una pared sin zócalo, con las rodillas rectas y las caderas y los hombros tocando la pared. La cabeza debe estar nivelada mirando al frente. Con un objeto plano apoyado en la parte superior de la cabeza y tocando la pared, puedes marcar la altura de la pared y medirla. Utilice este método en casa y puede sugerir a su médico que haga lo mismo en la consulta. Esto puede hacerse con un aparato llamado "estadiómetro" y es más preciso que el aparato de medición que se coloca en las básculas verticales. Los niños menores de 2 años deben medirse tumbados boca arriba sobre una superficie plana con un dispositivo de medición que tenga extremos ajustables. Cada extremo del dispositivo de medición debe ajustarse contra la parte superior de la cabeza y las plantas de los pies con las piernas extendidas. Es aceptable observar una disminución de la estatura al pasar de la medición tumbado a la medición de pie (aproximadamente ½ - 1 pulgada (1,27 cm-2,54 cm).

Pide al pediatra que anote las medidas de tu hijo en una tabla de crecimiento. Estas tablas contienen los intervalos normales de estatura y peso de los niños de EE.UU. para cada edad y sexo y se dividen en percentiles. Por ejemplo, si su hijo está en el percentil (%) 10, es más alto que el 10% de los niños estadounidenses de la misma edad y sexo y más bajo que el 90% restante. El intervalo habitual se sitúa entre los percentiles 5 y 95.

Si su hijo está por debajo del percentil 5 o por encima del percentil 95, su hijo no se encuentra en el intervalo adecuado según su potencial a partir de las alturas de los padres, su médico debe preocuparse y puede solicitar otras pruebas. Además, un índice de crecimiento que anteriormente ha seguido una línea de % determinada y empieza a alejarse hacia arriba o hacia abajo hacia otra curva de % puede ser motivo de más investigación. Normalmente, después de los 2 años, un niño establece un patrón de crecimiento fijo a lo largo de una de las curvas de % y lo sigue hasta completar el crecimiento. Alejarse de este percentil puede ser señal de un problema de salud. Es esencial comprender los diversos factores que pueden afectar al crecimiento de un niño, entre los que se incluyen:

  1. Herencia: Los patrones de crecimiento y la estatura de un niño suelen reflejar los de sus padres. Si los padres eran tardíos o tenían un crecimiento lento, sus hijos pueden seguir un patrón similar, alcanzando finalmente una estatura normal. Los padres bajos suelen tener hijos más bajos, mientras que los altos suelen tener hijos más altos.

  2. Factores congénitos: El retraso del crecimiento puede deberse a un retraso del crecimiento intrauterino, a anomalías esqueléticas o a alteraciones cromosómicas. En estos factores pueden influir las infecciones maternas, el tabaquismo, el consumo de alcohol o drogas durante el embarazo, el desarrollo anormal de huesos y cartílagos, o afecciones genéticas como el síndrome de Turner o el síndrome de Down.

  3. Enfermedades y medicación: Las enfermedades crónicas que interfieren en la capacidad del organismo para utilizar los nutrientes pueden afectar al crecimiento. Algunos ejemplos son las enfermedades que afectan a los riñones, el tubo digestivo, el corazón o los pulmones. Ciertos medicamentos, cuando se utilizan en grandes dosis o durante períodos prolongados, también pueden afectar al crecimiento. Consulte con el médico de su hijo si le preocupan los efectos secundarios de la medicación.

  4. Nutrición: Una mala nutrición puede ser el resultado de una ingesta inadecuada de nutrientes, calorías insuficientes o grupos de alimentos desequilibrados. Además, las enfermedades que interfieren en la absorción de nutrientes por el intestino pueden impedir que el organismo utilice los nutrientes para el crecimiento. Un diagnóstico y tratamiento adecuados a menudo pueden mejorar el crecimiento una vez que se aborda el problema subyacente.

  5. Factores psicosociales: Una vida familiar perturbada o infeliz o la falta de apoyo emocional pueden provocar un estrés grave, que puede afectar negativamente al crecimiento del niño. El retraso del crecimiento causado por factores psicosociales suele mejorar cuando se alivia el estrés.

  6. Hormonas: Las hormonas producidas por las glándulas del cuerpo desempeñan un papel crucial en el crecimiento. Las hormonas más comunes que afectan al crecimiento incluyen la hormona del crecimiento, la hormona tiroidea y el cortisol. Los niveles anormales de estas hormonas pueden causar alteraciones del crecimiento y requieren una evaluación médica.

Controlar el crecimiento de tu hijo es vital para detectar posibles problemas de salud. Lleve un registro preciso y consulte a su pediatra si observa algún cambio significativo en el patrón de crecimiento de su hijo o si se sale sistemáticamente del rango típico. Si se mantiene proactivo y aborda cualquier preocupación desde el principio, puede ayudar a garantizar el crecimiento continuo de su hijo y su problema de salud en general.

En todo el mundo hay organizaciones con información sobre temas relacionados con el crecimiento. Consulte la pestaña Grupos de pacientes (arriba)/ busque su país y póngase en contacto con los grupos para obtener ayuda o información específica.A continuación encontrará recursos adicionales. Haga clic en el tema para obtener más información:
Acondroplasia

Deficiencia de la hormona del crecimiento

Baja estatura idiopática

Deficiencia del factor de crecimiento 1 similar a la insulina

Síndrome de McCune Albright

Hipofasia del nervio óptico

Pubertad precoz

Pequeño para la edad gestacional

Síndrome de Silver Russell también llamado Síndrome de Russell Silver

Trastornos tiroideos

Síndrome de Turner

Hiperplasia Suprarrenal Congénita

Un sitio maravilloso disponible para obtener más información sobre la deficiencia de la hormona del crecimiento de Merck.

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